La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada en Bakú, Azerbaiyán, en noviembre de 2024, marcó un hito en la colaboración global para enfrentar los retos del cambio climático.
Este evento congregó a casi 200 países en discusiones críticas sobre la transición hacia energías renovables, la financiación climática y la implementación de tecnologías limpias. Arabia Saudita desempeñó un papel destacado, presentando iniciativas clave en energías renovables y promoviendo acuerdos regionales para la transmisión eléctrica en Asia Central. Sin embargo, también enfrentó críticas por su estrategia en cuanto a compromisos respecto al abandono de los combustibles fósiles.
El protagonismo de Arabia Saudita en la COP29 resalta su compromiso con los objetivos de su Visión 2030, una ambiciosa estrategia de diversificación económica y sostenibilidad.
Dentro de esta visión, el Reino busca reducir su dependencia del petróleo mientras fortalece sectores estratégicos como las energías renovables, la agricultura y la seguridad alimentaria. Este último componente es particularmente relevante, ya que Arabia Saudita enfrenta limitaciones hídricas y climáticas que desafían su capacidad para satisfacer la creciente demanda interna de alimentos.
La seguridad alimentaria en Arabia Saudita se aborda con soluciones innovadoras que priorizan la eficiencia y la sostenibilidad. Aquí, la acuicultura emerge como una pieza central en los esfuerzos del Reino por garantizar un suministro alimentario resiliente.
Al aprovechar tecnologías avanzadas y prácticas responsables, la acuicultura no solo apoya la producción local de alimentos, sino que también contribuye a minimizar la dependencia de las importaciones y fortalece la economía rural.
La Acuicultura en la Producción Sustentable de Alimentos.
La acuicultura, como práctica de cultivo de organismos acuáticos, ha emergido como una solución clave en la búsqueda de alternativas sostenibles para la producción de alimentos en un mundo en constante crecimiento poblacional.
A medida que los recursos pesqueros tradicionales se ven amenazados por la sobreexplotación y la degradación ambiental, la acuicultura se presenta como una estrategia viable para satisfacer la creciente demanda de proteínas de origen animal, al tiempo que minimiza el impacto ecológico.
Este sector no solo proporciona una fuente importante de ingresos y empleo para millones de personas, sino que también tiene el potencial de contribuir significativamente a la seguridad alimentaria a nivel global.
Sin embargo, para que la acuicultura cumpla con estos objetivos, es fundamental adoptar prácticas responsables que consideren el bienestar ambiental, social y económico.
Importancia de la Acuicultura Sostenible en la Visión Saudita.
Arabia Saudita ha identificado la acuicultura como un pilar estratégico para alcanzar los objetivos de su Visión 2030. Con un enfoque en la producción sostenible, el Reino ha implementado políticas que promueven la eficiencia en el uso del agua y la integración de tecnologías avanzadas, como sistemas de recirculación y acuicultura basada en biofloc. Estas iniciativas no solo buscan aumentar la producción local de alimentos acuáticos, sino también posicionar al país como un líder regional en prácticas acuícolas sostenibles.En el contexto global, la acuicultura sostenible juega un papel crucial en la seguridad alimentaria al proporcionar una fuente eficiente y abundante de proteínas esenciales.
Para Arabia Saudita, este enfoque no solo es una respuesta a los desafíos climáticos y hídricos, sino también una herramienta para diversificar su economía y contribuir a los esfuerzos globales de mitigación del cambio climático.
La transición hacia un modelo acuícola sostenible requiere un compromiso continuo con la innovación, la educación y la colaboración internacional.
Arabia Saudita, con su visión a largo plazo y su capacidad para liderar iniciativas estratégicas, está en una posición única para demostrar cómo la acuicultura puede integrarse como una solución clave en la producción sustentable de alimentos y la seguridad alimentaria global. Importancia de la acuicultura sostenible en la seguridad alimentaria global.
La acuicultura sostenible juega un papel crucial en la seguridad alimentaria global al proporcionar una fuente eficiente y abundante de proteínas esenciales, especialmente en regiones donde la pesca silvestre ha disminuido debido a la sobreexplotación y la degradación ambiental. Este enfoque no solo garantiza la disponibilidad de productos del mar de alta calidad, sino que también contribuye a la diversificación de la dieta y al alivio de la pobreza en comunidades costeras y rurales.
Al fomentar prácticas de cultivo que respeten los ecosistemas acuáticos y reduzcan el uso de recursos naturales, se promueve una producción alimentaria que puede satisfacer las necesidades crecientes de una población mundial en expansión.Además, la acuicultura sostenible incorpora técnicas innovadoras que minimizan el impacto ambiental, tales como la integración de sistemas de producción que aprovechan los desechos para fertilizar cultivos, o el uso de dietas a base de ingredientes alternativos que disminuyen la presión sobre las pesquerías.
Este modelo no solo asegura la viabilidad económica de la acuicultura, sino que también refuerza la resiliencia de los sistemas alimentarios frente a desafíos climáticos y socioeconómicos. Así, al integrar prácticas responsables, la acuicultura sostenible se presenta como una solución integral para afrontar la creciente demanda alimentaria y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo en un mundo en constante cambio.
Beneficios ambientales de prácticas acuícolas responsables. Las prácticas acuícolas responsables no solo favorecen la producción de alimentos, sino que también aportan beneficios significativos a los ecosistemas acuáticos. Al implementar métodos de cultivo que favorecen la biodiversidad, se contribuye a la conservación de especies nativas y se previene la erosión de los hábitats acuáticos.
Esto es esencial para mantener el equilibrio ecológico, ya que un ecosistema saludable puede soportar mejor las variaciones climáticas y las presiones externas, como la contaminación. A su vez, la acuicultura responsable promueve una reducción en el uso de insumos químicos y antibióticos, lo que minimiza la contaminación del agua y mejora la calidad del entorno acuático.
La utilización de tecnologías que reciclen el agua y optimicen el uso de recursos también ayuda a preservar fuentes hídricas, haciendo que las prácticas acuícolas sean más resilientes y sostenibles. Estos enfoques no solo benefician a los productores, sino que también aseguran la salud de los ecosistemas acuáticos para las generaciones futuras.Estrategias para optimizar la producción acuícola.
La implementación de sistemas de cultivo integrados, como la acuicultura en conjunto con la agricultura, permite maximizar el uso de recursos y disminuir residuos. Este enfoque sinérgico no solo optimiza la producción, sino que también mejora la calidad del agua al permitir que los nutrientes generados en un sistema beneficien al otro.
Además, la adopción de tecnologías de monitoreo y análisis permite una gestión más precisa de los parámetros ambientales, facilitando la toma de decisiones informadas para maximizar la productividad y minimizar los riesgos asociados a enfermedades.
Otra estrategia clave es la diversificación de especies cultivadas, lo que no solo reduce la presión sobre especies específicas, sino que también crea un sistema más resiliente ante cambios en el mercado o condiciones ambientales.
Al incluir especies que se complementan entre sí, se puede mejorar el rendimiento general de la producción y asegurar un flujo constante de ingresos. Estas prácticas integradas, junto con capacitación continua para los productores, son fundamentales para fortalecer la competitividad y sostenibilidad de la acuicultura en el contexto global actual.Desafíos en la acuicultura sostenible hoy.
La transición hacia prácticas de acuicultura sostenible enfrenta diversos desafíos que requieren atención urgente. Uno de los principales obstáculos es la creciente demanda de productos acuáticos, que a menudo se traduce en una sobreexplotación de recursos naturales y un deterioro de los ecosistemas acuáticos. La falta de normativas estrictas y de una supervisión adecuada agrava esta situación, permitiendo prácticas insostenibles que comprometen la biodiversidad y la salud de los hábitats marinos.
Además, la competencia por recursos hídricos y la contaminación que proviene de actividades industriales y agrícolas pueden afectar negativamente la calidad del agua, poniendo en riesgo tanto la producción acuícola como la salud pública. Asimismo, la resistencia al cambio por parte de algunos actores de la industria es un desafío significativo.
Muchos productores continúan utilizando métodos tradicionales que, si bien son culturalmente relevantes, no son sostenibles a largo plazo. La educación y capacitación son esenciales para fomentar la adopción de tecnologías más limpias y prácticas de cultivo responsables.
La colaboración entre gobiernos, investigadores y la industria también es vital para desarrollar e implementar políticas que promuevan una acuicultura más sostenible. Sin un esfuerzo conjunto, el crecimiento del sector acuícola podría comprometer no solo su viabilidad económica, sino también el equilibrio ecológico de los sistemas en los que se basa.
Futuro de la acuicultura y la sostenibilidad alimentaria. El avance hacia un modelo de acuicultura sostenible implica la integración de tecnologías innovadoras y prácticas de producción responsables que minimicen el impacto ambiental.
La adopción de sistemas de cultivo en recirculación y el uso de biofloc, por ejemplo, están revolucionando la manera en que se producen los alimentos acuáticos, permitiendo una reducción significativa en el consumo de agua y la generación de desechos. Además, el incremento de la acuicultura orgánica y la certificación de prácticas sostenibles pueden atraer a consumidores conscientes, quienes buscan productos que no solo sean saludables, sino también éticamente producidos.
En este contexto, es crucial fomentar la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas que optimicen la producción sin comprometer la salud de los ecosistemas acuáticos. La colaboración entre gobiernos, investigadores y la industria puede facilitar la implementación de políticas efectivas que promuevan una gestión sostenible de los recursos marinos. Estas iniciativas no solo contribuirían a la seguridad alimentaria, sino que también ayudarían a mitigar los efectos del cambio climático, asegurando que la acuicultura del futuro sea un pilar importante de la economía alimentaria global.
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En conclusión, la acuicultura se posiciona como una herramienta crucial en la búsqueda de una producción de alimentos sustentable. A medida que la demanda global de proteínas acuáticas continúa en aumento, es imperativo adoptar prácticas responsables que minimicen el impacto ambiental y promuevan la salud de los ecosistemas acuáticos. La implementación de tecnologías innovadoras y métodos de cultivo sostenibles no solo optimiza la producción, sino que también fomenta la seguridad alimentaria y el bienestar económico de las comunidades costeras.
Al fortalecer el compromiso con prácticas sostenibles en la acuicultura, podemos garantizar un futuro en el que la producción de alimentos sea tanto eficiente como respetuosa con el medio ambiente. Arabia Saudita, con su liderazgo y compromiso en esta área, está demostrando cómo un enfoque integrado puede abordar los desafíos del cambio climático y garantizar un futuro alimentario resiliente para todos.
Dr. (C) Franco. A. Cerda Dubó,
Ingeniero Acuicultor, Universidad Católica del Norte
Top Voice Business Development f.cerda@tilad.com.sa
Tilad Group Arabia Saudita https://tilad.com.sa
Líder Innovador en Acuicultura |
Experto en Establecimiento de Modelos de Negocio y Desarrollo de Productos Sostenibles |
Director de Operaciones y Producción Marinas | Estudiante de Doctorado y MRES en Dirección General de Empresas
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