Preparado
por Sergio Jarpa Gibert, Gerente General de El Indio 1997-2002, basado en recopilación histórica de Hernán Acevedo Rojas.
En 1981 se inaugura el proyecto minero de oro y cobre El Indio, ubicado en la cordillera de la IV Región, constituyéndose en la primera gran inversión extranjera al amparo del nuevo Código de Minería y del Estatuto de Inversión Extranjera promulgados unos años antes. Sin embargo, su propietaria la empresa norteamericana Saint Joe Minerals había iniciado en 1978 la explotación y exportación directa de minerales de alta ley de oro (DSO, Direct Shipment Ore), con un promedio de los embarques de 250 gramos por tonelada de oro, iniciándose luego la operación de las plantas concentradora y de tostación, dado el alto contenido de arsénico de los concentrados.
En el año 2002 se inicia el cierre de El Indio luego del agotamiento de sus reservas de alta ley, unido al significativo descenso del precio del oro a niveles bajo los 300 dólares la onza y del cobre a menos de 80 centavos de dólar por libra.
Luego del golpe militar de 1973, Chile se ve aislado internacionalmente y en una aguda crisis económica. Como una forma de atraer inversión extranjera, en 1975 el Gobierno militar comienza a bosquejar y finalmente oficializa un nuevo Código de Minería y el DL 600 o Estatuto del Inversionista Extranjero en los cuales se establece una serie de garantías y otorga certeza jurídica a potenciales inversionistas extranjeros en minería. Esto, aparejado con un repunte en el precio del oro, incentiva a la empresa norteamericana Saint Joe Minerals a iniciar un extensivo programa de exploración en la alta cordillera de la Cuarta Región en un sector previamente explotado por pirquineros y primeros trabajos de exploración y regularización de propiedad minera realizados por Enami: El Indio.
Comprobado que se trata de un yacimiento aurífero de vetas de alta ley, entre 1978 y 1982 Saint Joe explota y exporta más de 200 mil toneladas de minerales con leyes promedio de 250 gramos por tonelada y por un valor total superior a los 230 millones de dólares, equivalente a la inversión realizada en las plantas de procesamiento e infraestructura del proyecto inauguradas en 1981.
El Indio fue el primer y muy exitoso proyecto minero producto de la inversión extranjera en Chile, ejemplo que fue fundamental para incentivar la inversión privada en minería , tanto extranjera como nacional, dando paso a la construcción y puesta en marcha de los grandes proyectos de cobre como Escondida (1990), Candelaria y Quebrada Blanca (1994), Zaldívar y El Abra (1995), Collahuasi (1998) y Los Pelambres (1999), entre otros, con lo que se triplicó la producción chilena de cobre.
Durante sus 25 años de producción, Cía. Minera El Indio tuvo diferentes empresas propietarias y Gerentes Generales, a saber:
PERIODO EMPRESA PROPIETARIA GERENTE GENERAL
1975-1977 ENAMI/
Saint Joe Juan Proaño
1978-1982 Saint
Joe Minerals Stuart Smith, R.
Riveros
1983-1985 Fluor
Minerals Héctor Araya
1986-1988 Alan
Bond Héctor Araya
1989-1994 LAC
Minerals Jeffrey Dawes, N.
Córdoba
1995-2002 Barrick Gold Ron Colhoun, Sergio Jarpa
Barrick Gold compró LAC Minerals, empresa también canadiense, a mediados de la década de los 90 principalmente motivada por el gran potencial que se presumía tenía El Indio. Además de otros yacimientos en Canadá, también Lac Minerals era propietaria del distrito minero al Norte de El Indio conocido en esos años como Nevada, hoy Pascua Lama, que se encontraba en un estado preliminar de exploración.
Para liderar el desarrollo del presunto gran potencial de El Indio, en 1996 Barrick Gold encarga a un headhunter la búsqueda de un Gerente General chileno, quien identifica y selecciona un primer candidato: Nelson Pizarro Contador, entonces Gerente General de la División Chuquicamata de Codelco Chile, cuya contratación no fructifica. La segunda opción recomendada por el headhunter fue la del entonces Gerente de Operaciones de Chuquicamata, autor de esta crónica, quien motivado por el desafío planteado de expandir El Indio se integra como Gerente General de El Indio en Marzo de 1997.
Consecuente con las expectativas del gran potencial de El Indio, Barrick Gold inicia un agresivo programa de inversiones tanto en sondajes como en infraestructura y desarrollo minero, incluyendo un pique de extracción en la Mina El Indio y nuevas instalaciones de procesamiento en la Mina Tambo. Pero desafortunadamente, el resultado de las exploraciones no respaldó las expectativas.
En efecto, la evaluación de recursos y reservas inicial de los ejecutivos y geólogos corporativos canadienses demostró ser demasiado optimista, como tampoco el plan y obras de infraestructura minera fue respaldado por la cantidad y calidad de las reservas de mineral económicamente explotable, realidad que nos tomó tres años en re-evaluar, asimilar y convencer en un trabajo conjunto entre profesionales chilenos y canadienses de CMEI, entre otros Nibaldo Rojas, Serge Bureau, George Mc Isaac y Gordon Graham.
Unido a lo anterior, a fines de la década de los 90 se derrumban los precios del oro y del cobre a niveles bajo 300 dólares la onza de oro y 80 centavos la libra de cobre, lo que precipita la decisión de Barrick Gold en Toronto de cerrar El Indio. Dado el impacto social, comunitario y regional que dicha decisión conllevaría, se le propone a la alta dirección de Barrick Gold dos opciones:
Con el compromiso y contribución de los casi dos mil profesionales y trabajadores, lo primero se logra entre los años 1999 y 2001, gracias
al esfuerzo entre otros profesionales de Héctor Vega, Raúl Silva, Arnoldo Briones, Silvio Sbarbaro, Alfredo Balanda y Gonzalo Bremer. Sin embargo, con el arribo del nuevo milenio el precio del oro baja a 270 dólares la libra, haciendo imposible seguir cumpliendo con lo comprometido.
Adicionalmente, el intento de ceder gratuitamente El Indio no es aceptado por los entonces Vicepresidente de ENAMI y la Subsecretaria de Minería, por lo que debemos resignarnos a iniciar su proceso de cierre y abandono, cumpliendo con los más estrictos criterios canadienses de cierre de faenas, a esa fecha inexistentes en Chile.
El costo social y comunitario de cerrar El Indio implicó la desvinculación de unos 2.000 trabajadores, lo que se hizo sin conflictos a
través de un diálogo directo con ellos y sus representantes sindicales y con planes de egreso más allá de lo legal. Un rol importante cumplieron en este aspecto Humberto Fernandois, Gerente de Recursos Humanos y Sergio Gómez, Abogado Jefe, además de Eliseo Pastén, Presidente del Sindicato 1 de CMEI.
El plan de cierre contempló la inundación de la Mina, cierre del túnel de drenaje San Pablo, demolición de la Concentradora y planta de
Tostación y estabilización del tranque de relaves de El Indio, demolición de la planta de Lixiviación y estabilización de las pilas de lixiviación de Tambo, entre otras actividades. El costo del cierre fue superior a los 50 millones de dólares y fue ejecutado por un
equipo liderado por el colega Alejandro Labbé.
El diseño, Ingeniería, tramitación y ejecución del Plan de Cierre de El Indio fue el primero realizado en Chile de acuerdo a normas y prácticas internacionales, sirviendo de ejemplo y guía para la posterior Ley de Planes de Cierre de Faenas Mineras hoy vigente en Chile.
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Barrick Gold enfrenta desafíos para desarrollar minas en América Latina